El comercio de proximidad en España, compuesto por más de 393.000 empresas, representa el 12,3% del tejido empresarial nacional y genera un 4,9% del PIB. La inmensa mayoría son micropymes que enfrentan ya múltiples desafíos derivados del incremento de costes y la competencia de grandes superficies y plataformas digitales. La imposición de una reducción horaria unilateral, sin medidas compensatorias claras, agravará aún más su situación, dificultando mantener la calidad y el servicio que nuestras vecinas, vecinos, vecindades y comunidades necesitan.
En concreto, esta reforma afectará a más de 1.431.974 de personas trabajadoras y personas trabajadoras en el sector, quienes verán reducida su jornada en 2,5 horas semanales, sumando un total de 171,8 millones de horas anuales menos. Además, las aproximadamente 480.000 personas autónomas que gestionan pequeños comercios enfrentarán sobrecostes insostenibles y dificultades para mantener la contratación y la competitividad, en un entorno donde ya existen 13.000 vacantes sin cubrir, según datos del INE.
El sector del comercio de proximidad se caracteriza por su atención presencial, que limita la posibilidad de reorganización mediante digitalización o flexibilización horaria. Muchas tiendas se verán obligadas a reducir su horario de apertura hasta 120 horas anuales, perjudicando su competitividad frente a grandes cadenas y plataformas digitales, que no se ven afectadas por las mismas restricciones.
Desde ARABADENDAK, reiteramos nuestro rechazo a cualquier imposición unilateral que vulnere los principios de diálogo social y autonomía negociadora, establecidos en nuestra Constitución. Alertamos sobre el riesgo de desaparición de miles de pequeños negocios que constituyen el alma de nuestros barrios y municipios, y que son clave para la cohesión social y el empleo local.
Hacemos un llamamiento a las fuerzas políticas, a las instituciones y a todas las personas interesadas para que reconsideren esta medida, que puede poner en jaque la estabilidad y la sostenibilidad del comercio de proximidad en nuestro país. Es imprescindible defender un modelo que respete la realidad del sector y garantice su supervivencia, en beneficio de todas las personas y comunidades que dependen de estos negocios esenciales.
Por un comercio de proximidad fuerte, justo y sostenible, ARABADENDAK continuará luchando por los intereses de sus asociadas y asociados, y por la protección de nuestro tejido empresarial local.